Cada aeropuerto es diferente. Esto se refleja en su layout, y en el asesoramiento que le ofrecen nuestros expertos.
A pesar de su colosal tamaño, la historia del IST en la industria de la aviación es relativamente corta. Sus inicios se remontan a 2013, cuando la DHMI (Dirección General de Aeropuertos Estatales de Turquía) adjudicó un contrato de 25 años para la construcción y explotación del IST a un consorcio que posteriormente fundó IGA.
La primera fase de construcción finalizó en 2018 con la apertura de dos pistas y un edificio terminal con capacidad para 90 millones de pasajeros. Una vez terminado, el nuevo aeropuerto conectará con más de 300 destinos y atenderá a más de 200 millones de viajeros al año. El antiguo aeropuerto principal de Estambul, Atatürk, cesó sus vuelos comerciales en abril de 2019, y la mayoría de las rutas se han transferido al nuevo aeropuerto.
Requisitos complejos
En enero de 2016, IGA adjudicó el proyecto BHS a Vanderlande. Para cumplir los exigentes plazos y los complejos requisitos del IST, Vanderlande propuso una solución innovadora a gran escala que combinaba hardware, software y servicios de ciclo de vida. El diseño incluía varias tecnologías de vanguardia, con TUBTRAX en el centro: el primer sistema de transporte individual (ICS) del mundo que permite el seguimiento y localización del 100 % del equipaje.
El diseño modular de TUBTRAX dio a Vanderlande la flexibilidad necesaria para construir un sistema que pudiera satisfacer mejor las necesidades de IGA. El sistema aprovecha al máximo el espacio y proporciona una inspección en bandejas compatible con las 24 máquinas ECAC Standard 3 de Estambul. Además, Vanderlande instaló su almacén de almacenamiento temprano (EBS) 100 % redundante basado en estanterías BAGSTORE, en el que se puede acceder hasta a 10.800 maletas mediante 48 grúas.
Con el sistema EBS in situ, el IST puede facilitar un proceso de construcción por lotes, lo que aumenta la productividad de la composición de vuelos del aeropuerto. Además, Vanderlande integró una amplia variedad de otros equipos, desde las islas de facturación hasta los carruseles de recogida de equipajes. El IST, el mayor aeropuerto del mundo construido desde cero, se completó en un tiempo récord de 42 meses y se diseñó utilizando un planteamiento de plataforma modular.
En cuanto al software, se instalaron 28 servidores en dos salas independientes y 60 estaciones de trabajo en las dos salas de control, así como un sistema de CCTV con 450 cámaras y 120 sistemas de control de transportadores (PLC).
Sin embargo, el “cerebro” de las operaciones BHS del IST es el paquete de software inteligente de Vanderlande, VIBES, que controla todos los procesos logísticos relacionados con la gestión de equipajes. Incluye un módulo de software de creación de lotes que admite un proceso por lotes, o ”pull”, junto con BAGSTORE. Vanderlande también incluyó un paquete de formación con VIBES para que los operadores del IST aprendieran el sistema mucho antes de que el aeropuerto entrara en funcionamiento.
Según Ersin, las capacidades informáticas de Vanderlande quedaron patentes a lo largo de todo el proyecto: “Es la primera vez que mi equipo utiliza VIBES y ofrece una plataforma sólida, cuadros de mando claros y una estructura de informes de fácil acceso. Se ha diseñado de forma que sea “plug and play”, por lo que podemos añadir más módulos si es necesario. VIBES también es muy flexible, lo que resulta útil a la hora de integrar nuestros sistemas con tecnologías de terceros.
El sistema de Vanderlande es inteligente, seguro y altamente fiable. Desde los controles de bajo nivel hasta los de alto nivel, incluidos los PLC y las configuraciones de software, proporciona una seguridad enorme. La solución también es totalmente redundante, lo que es absolutamente fundamental para nuestras operaciones. Que yo sepa, es el primer sistema de este tipo que implanta Vanderlande y tiene un nivel de disponibilidad del 99,99 %”.
Para Dominic, una de las características clave de la solución integrada de Vanderlande es el sistema ICS: “Aunque el Gobierno turco no lo especificaba, tomamos pronto la decisión de incorporar ICS. Dadas las grandes distancias que hay que recorrer en el aeropuerto y los requisitos de seguimiento, era la respuesta lógica. Creo que lo que distinguió a Vanderlande de la competencia fue la superioridad de su solución ICS, que ha demostrado ser la mejor opción para nosotros.
También debatimos sobre el consumo y la eficiencia energética, y Vanderlande obtuvo una alta puntuación en este aspecto con su sistema ICS. Y es algo que ha quedado patente, porque tenemos un consumo de energía menor de lo previsto. De hecho, probablemente será del 50 % de lo que yo preveía durante los periodos punta y eso es realmente especial”.
La solución integrada de Vanderlande se completa con un paquete de servicios de ciclo de vida. El principal de ellos es el acuerdo quinquenal de operaciones y mantenimiento (O&M). En el marco de este contrato basado en el rendimiento, Vanderlande es responsable de la IT y los controles, el mantenimiento y las operaciones, así como del rendimiento operativo del BHS. Su equipo de servicio integral está formado por más de 275 personas, que estarán activas 24 horas al día, 7 días a la semana.
Una integración perfecta
El 8 de diciembre de 2017 se instaló el último transportador, con lo que la longitud total del sistema asciende a 42,5 km (de los cuales 18 km son de ICS). Transcurridos 24 meses desde la adjudicación del contrato, el equipo internacional especializado de Vanderlande había logrado un récord mundial en ingeniería, suministro e instalación del BHS. El resultado es que el IST puede ofrecer uno de los tiempos más cortos de entrada de equipajes en el sistema, lo que contribuye a una excelente experiencia para los pasajeros.
La puesta en marcha fue todo un éxito gracias al diseño redundante de la solución, las pruebas exhaustivas, la gestión de la transición y la dedicación del equipo de O&M. El proyecto, no solo pone de manifiesto la solidez de Vanderlande en lo que respecta a la ingeniería e instalación de un BHS, sino también sus conocimientos en la integración de un sistema complejo en estrecha colaboración con todas las partes interesadas. También fue reconocido en múltiples ocasiones como ”contratista con mejor rendimiento“ en una obra de construcción tan desafiante.
Las capacidades de integración de Vanderlande no pasaron desapercibidas para Ersin, que ya había trabajado con la empresa en otros proyectos: “Tengo más de 15 años de experiencia trabajando junto a Vanderlande, en Arabia Saudí, Macedonia y Georgia, por ejemplo. Volver a trabajar con ellos nos llenó de confianza, porque sabíamos que contaban con la infraestructura necesaria y la tecnología probada para hacer del aeropuerto de Estambul un éxito.
La integración abarca toda la cadena de valor de un aeropuerto, por lo que desde el principio supimos que no podríamos avanzar sin una integración eficaz entre nuestros sistemas informáticos y el BHS. Por esa razón, la decisión de elegir a Vanderlande fue decisiva. Sin una integración fluida con el BHS, no podemos mantener una operación eficaz ni ofrecer a las compañías aéreas un servicio competitivo. Era un reto enorme, pero con un socio como Vanderlande hemos dado vida a uno de los aeropuertos tecnológicamente más avanzados del mundo”.
Para Dominic, la elección de Vanderlande para el proyecto fue asimismo una ventaja para realizar la integración sin problemas entre múltiples sistemas. Sin embargo, también hubo otros factores que contribuyeron al éxito del IST. “El aspecto clave es la modularidad del BHS, porque en realidad son cuatro sistemas iguales con cruces y bucles. Esto nos permitió reservar una cuarta parte del BHS para ensayos operativos y formación, mientras continuaban las obras de instalación en otros lugares.
Nuestro consejo de administración reconoció que quería utilizar los sistemas más avanzados, por lo que fue una decisión consciente invertir en los controles de alto nivel de Vanderlande. Necesitábamos un sistema de gran capacidad y de alto rendimiento. Al final, hemos aplicado una tecnología que algunos solamente podría soñar con utilizar, y lo hemos hecho a una escala que nadie pensaba que funcionaría“.
Un viaje emocionante
Sin embargo, el mero hecho de que el IST esté abierto al público no significa que el trabajo esté terminado. La expansión continuará y se calcula que en 2025 el aeropuerto recibirá más de 200 millones de pasajeros al año y dará empleo a unas 225.000 personas. Según Ersin, todos los logros alcanzados hasta la fecha entre el aeropuerto y Vanderlande han creado una sólida plataforma para nuevos avances.
“Ha sido un largo viaje. Empezamos en 2015 y nos enfrentamos juntos a muchos retos. En cada etapa, encontramos siempre la manera de avanzar en cooperación con Vanderlande y sus gestores de proyecto. El resultado puede verse a nuestro alrededor, y ambos hemos hecho un gran trabajo. Al final del día, estoy encantado de trabajar con Vanderlande, porque abordan cada reto con profesionalidad y siempre encuentran la manera de apoyarnos”.
En conjunto, ha sido un viaje muy especial para Dominic: “El programa de construcción, la entrega, la puesta en marcha y la inauguración: todos han sido hitos impresionantes, ¡y lo hemos conseguido en menos de cuatro años! Durante la inauguración, Vanderlande prestó todo su apoyo, desde los equipos técnicos sobre el terreno hasta los miembros del consejo de administración, y la ejecución durante la apertura fue totalmente profesional.
Vanderlande cumplió sus promesas y vino a la fiesta. Tuvimos problemas mínimos y siempre encontramos la manera de trabajar juntos. Personalmente, fue un momento emocionante para mí durante la inauguración, cuando todo empezó a funcionar, y ahora la gente mira al aeropuerto de Estambul en todo el mundo y dice ‘¡vaya, lo han conseguido!”.
Importancia estratégica
La construcción del IST era necesaria por varias razones, como explica Ersin Inankul, CIO de IGA: “El proyecto era crucial, porque la ubicación de Estambul siempre ha tenido un significado histórico especial. Está en el centro de Asia y Europa, lo que significa que cualquier aeropuerto va a recibir naturalmente un gran volumen de pasajeros en tránsito.
“Eso es lo sabíamos desde Atatürk, así que el nuevo aeropuerto se diseñó para convertirse en uno de los mayores centros aéreos del mundo. Nuestro principal objetivo es trasladar pasajeros de Asia a Europa y Estados Unidos, y viceversa. Incluso ahora, vemos que el 65 % de todos los pasajeros del IST son transbordos y el número de pasajeros sigue creciendo en Turquía”.
El IST confirma el potencial comercial y turístico de Turquía y pretende promover el país como punto de interés para el comercio. Para el Director de Sistemas Aeroportuarios Especiales de IGA, Dominic Liddell, el aeropuerto ofrece la plataforma ideal para apoyar esta visión: “Como centro neurálgico, está en la ubicación perfecta. Si se mira un mapa, de este a oeste, Estambul es absolutamente el centro del mundo. No tener que atravesar la ciudad significa que no aumente el tiempo de viaje, y estratégicamente eso va a ser crucial, tanto para el aeropuerto como para nuestros pasajeros”.
El aeropuerto Atatürk estaba situado en el corazón de Estambul, en una zona urbana. Había crecientes problemas relacionados con la congestión del tráfico aéreo y, debido a su limitada capacidad, la Autoridad Aeroportuaria turca no podía permitir más vuelos de carga o chárter. Esta situación también afectaba a la principal compañía aérea del país, Turkish Airlines.
Debido a la falta de capacidad de franjas horarias y de plazas de estacionamiento, algunos aviones de la compañía tenían su base en el aeropuerto de Sabiha Gökçen, el segundo aeropuerto de Estambul, que ya estaba al máximo de su capacidad. En 2015 y 2016, los dos aeropuertos gestionaron casi 90 millones de pasajeros, y más de 95 millones en 2017. Todo apuntaba a la construcción de un aeropuerto completamente nuevo al norte de la ciudad.
“Turkish Airlines ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos diez años y ahora es una de las principales aerolíneas del mundo”, prosigue Ersin. “Están comprando aviones nuevos continuamente, pero no tenían suficientes plazas de estacionamiento para albergarlos en Atatürk. Allí tenían unas 40-60 plazas, pero en el nuevo aeropuerto hay más de 350 plazas de estacionamiento. El IST les brindó una excelente oportunidad para ampliar sus operaciones”.
Otro reto al que tuvo que hacer frente IGA fue la evolución de las expectativas de sus pasajeros (procedentes de Europa y Oriente Medio) en materia de equipaje. En el aeropuerto de Atatürk, la tasa media de facturación de maletas por pasajero era de 0,8-1 por persona. En el IST, se preveía una cifra más cercana a 1,2-1,5, lo que representaba un reto importante, tanto para las infraestructuras informáticas, como para los sistemas de tratamiento de equipajes (BHS).